El orden de los factores si altera el producto. ¡Y de qué manera!
¿Alguna vez has pensado en cambiar el orden de tu rutina capilar? ¿Qué pasaría si te dijéramos que usar el acondicionador antes del champú puede transformar tu cabello? Pues resulta que hay una buena razón para hacerlo, sobre todo si tienes el pelo fino, graso o dañado. Te contamos los beneficios de este método y cómo aplicarlo correctamente.
¿Por qué usar el acondicionador antes del champú?
El acondicionador es un producto esencial para hidratar, suavizar y proteger el cabello. Sin embargo, si lo usas después del champú, puede dejar una capa de residuos que apelmaza el pelo, le resta brillo y volumen, y favorece la acumulación de grasa y suciedad. Esto es especialmente problemático para el cabello fino, que necesita ligereza y movimiento.
En cambio, si usas el acondicionador antes del champú, le das al cabello la hidratación que necesita sin sobrecargarlo. El acondicionador actúa como un tratamiento previo al lavado, sellando las cutículas y preparando el pelo para recibir el champú. Así, el champú limpia mejor el cabello y elimina los restos de acondicionador, dejando el pelo suelto, brillante y fácil de peinar. Además, al usar el acondicionador antes del champú, se prolonga la duración del secado y se evita el encrespamiento.
Este método es especialmente beneficioso para el cabello dañado por el calor, los tintes o las decoloraciones, ya que ayuda a reparar la fibra capilar y a prevenir la rotura. También es ideal para el cabello rizado u ondulado, ya que define mejor los rizos y les da más elasticidad.
¿Cómo usar el acondicionador antes del champú?
Para aprovechar al máximo los beneficios de este método, debes seguir estos pasos:
- Aplica el acondicionador sobre el cabello seco o húmedo, desde las puntas hasta la mitad del largo. Evita aplicarlo en las raíces, ya que pueden engrasarse más.
- Masajea suavemente el cabello con el acondicionador y déjalo actuar durante unos minutos. Puedes aprovechar para desenredar el pelo con un peine de púas anchas.
- Enjuaga bien el cabello con agua tibia para eliminar el exceso de acondicionador.
- Aplica el champú sobre el cabello mojado, masajeando el cuero cabelludo y las raíces. No hace falta que lo apliques en las puntas, ya que se limpiarán con la espuma que cae al enjuagar.
- Enjuaga bien el cabello con agua fría para cerrar las cutículas y darle más brillo al pelo.
- Seca el cabello con una toalla suave o un paño de microfibra, sin frotar ni retorcer. Si usas secador, hazlo con aire frío o templado y mantén una distancia prudencial.
¿Qué tipo de acondicionador y champú usar?
Para obtener los mejores resultados con este método, es importante elegir un acondicionador y un champú adecuados para tu tipo de cabello y tus necesidades. Lo ideal es usar productos de la misma línea o marca, ya que suelen estar formulados para complementarse entre sí.
Si tienes el pelo fino o graso, te recomendamos usar un acondicionador ligero y sin siliconas, que no apelmace ni engrase tu cabello. Por ejemplo, puedes probar el acondicionador extra de Moroccanoil, que aporta volumen y cuerpo al cabello fino sin añadir peso. Para el champú, opta por uno purificante y equilibrante, que limpie tu cuero cabelludo sin resecarlo. Una buena opción es el de la misma gama de Moroccanoil que hidrata y revitaliza el cabello seco con aceite de argán.
Si tienes el pelo dañado o seco, te aconsejamos usar un acondicionador nutritivo y reparador, que hidrate y fortalezca tu cabello. Por ejemplo, puedes usar el acondicionador Absolut Repair Gold de L’Oréal Professionnel, que repara la fibra capilar y le devuelve la suavidad y el brillo al cabello. Para el champú, elige uno hidratante y suave, que limpie tu cabello sin agredirlo.
Si tienes el pelo rizado u ondulado, te sugerimos usar un acondicionador definidor y acondicionador, que hidrate y modele tus rizos. Por ejemplo, puedes usar la crema hidratante Curl Contour de L’Oréal Professionnel, que nutre y define los rizos y las ondas. Para el champú, escoge uno específico para cabello rizado, que limpie y respete la forma de tus rizos. Una buena opción es el champú Curl Manifesto de Kérastase, que limpia y suaviza el cabello rizado u ondulado.
¿Con qué frecuencia usar el acondicionador antes del champú?
No hay una respuesta única a esta pregunta, ya que depende de tu tipo de cabello y de tu frecuencia de lavado. En general, puedes usar este método cada vez que laves tu cabello, o alternarlo con el método tradicional de usar el acondicionador después del champú. Lo importante es que observes cómo reacciona tu cabello y qué resultados obtienes.
Si tienes el pelo fino o graso, puedes usar el acondicionador antes del champú cada vez que laves tu cabello, ya que así evitarás que se ensucie o se aplaste. Si tienes el pelo dañado o seco, puedes usar el acondicionador antes del champú una o dos veces por semana, ya que así le darás un extra de hidratación y reparación. Si tienes el pelo rizado u ondulado, puedes usar el acondicionador antes del champú cada dos o tres lavados, ya que así mantendrás tus rizos definidos y flexibles.
Usar el acondicionador antes del champú es un método sencillo y efectivo para mejorar la salud y la apariencia de tu cabello. Te ayudará a hidratar, suavizar y proteger tu pelo sin dejar residuos ni apelmazarlo. Además, prolongará la duración del secado y evitará el encrespamiento. Solo tienes que elegir los productos adecuados para tu tipo de cabello y seguir los pasos que te hemos indicado. ¡Anímate a probarlo y verás cómo cambia tu melena!