Este “superalimento” no lo es tanto: el problema real de la crema de pistacho del súper

Spread the love

Está por todos lados y se agota cuando la vemos por ejemplo en la semana italiana de LIDL, pero, ¿es tan saludable como parece?

Los pistachos son uno de los frutos secos más valorados por sus beneficios nutricionales: ricos en grasas saludables, antioxidantes, fibra y proteína vegetal, su consumo está relacionado con la salud cardiovascular y el buen funcionamiento del sistema digestivo. Sin embargo, en los últimos meses hemos asistido a una auténtica fiebre por la crema de pistacho, un producto que se ha colado en supermercados como Lidl, cafeterías y redes sociales como si fuera una alternativa saludable. Y no siempre lo es.

La crema de pistacho se presenta como un alimento gourmet, “fit” o incluso apto para dietas saludables. Pero basta con leer la etiqueta para comprobar que muchas de estas cremas apenas contienen pistacho y sí grandes cantidades de azúcar, aceites refinados y aditivos. En realidad, lo que se vende como un superalimento puede ser un ultraprocesado más con un envoltorio verde muy atractivo.

Por ello, ponemos el foco en el otro lado de este producto que arrasa en ventas. Porque detrás de su aspecto cremoso y su sabor adictivo, puede esconderse un auténtico saboteador de tu alimentación, especialmente si crees que puedes tomarlo cada día “sin culpa”.


Los beneficios reales del pistacho natural

Antes de demonizar nada, hay que dejar claro que el pistacho en su forma natural es una excelente elección. Crudo o tostado sin sal, este fruto seco aporta grasas monoinsaturadas beneficiosas para el corazón, así como proteínas vegetales que ayudan a mantener la masa muscular. También es fuente de fibra, lo que contribuye a una buena salud intestinal, y contiene minerales como potasio, magnesio y fósforo.

Además, su índice glucémico es bajo, lo que lo convierte en un snack ideal para evitar picos de azúcar en sangre. Incluir pistachos naturales en una dieta equilibrada puede tener efectos positivos demostrados, siempre dentro de un consumo moderado por su densidad calórica.


Qué lleva realmente una crema de pistacho de supermercado

La historia cambia radicalmente cuando se analiza la composición de muchas cremas de pistacho del supermercado. Aunque el nombre del producto pueda sugerir que se trata de un 100% pistacho molido, la realidad suele ser muy distinta. En la mayoría de casos, el primer ingrediente no es pistacho, sino azúcar.

Por ejemplo, la crema de pistacho de Lidl, que se ha hecho viral en redes sociales por su sabor y textura, contiene azúcar como primer ingrediente y solo un 45% de pistacho. A eso se suman aceite de girasol, manteca de cacao, suero de leche en polvo, aromas, colorantes y emulgentes. Muy lejos del perfil de un alimento saludable.

Y esta no es la peor, basta con ponerse a analizar o a buscar productos que lleven crema de pistacho como relleno, para darse cuenta que muchas de estas cremas apenas alcanzan un 10 o 15% de contenido real de pistacho. El resto se completa con azúcares, jarabes, aceites vegetales refinados (como palma o girasol), y aditivos varios. En definitiva, se trata de un producto ultraprocesado con una imagen “sana” que no se corresponde con su contenido nutricional.


Por qué puede ser un riesgo para tu salud

El principal problema de estas cremas de pistacho del supermercado es que se consumen como si fueran saludables… pero no lo son. Aunque contengan algo de fruto seco, la presencia de azúcar en grandes cantidades, grasas de baja calidad y aditivos las convierte en productos poco recomendables si se toman a menudo.

Estos productos disparan las calorías por ración y pueden generar picos de glucosa, lo que no solo afecta al peso, sino también al control del apetito. Además, su textura suave y sabor dulce favorecen el consumo excesivo. A todo esto se suma un efecto engañoso: el consumidor cree que está comiendo algo sano cuando en realidad puede estar alterando su metabolismo sin saberlo.

En dietas para perder peso, controlar la glucosa o reducir el colesterol, este tipo de cremas deberían evitarse, salvo que se tomen muy ocasionalmente y en pequeñas cantidades.


¿Existe alguna crema de pistacho saludable?

Sí, pero no es fácil encontrarla en el supermercado. Una crema de pistacho saludable debería tener como único ingrediente el pistacho, o como mucho un poco de sal o aceite de oliva virgen extra para mejorar la textura. Nada más. Sin azúcar, sin aceites añadidos, sin aditivos.

Estas cremas se pueden encontrar en tiendas especializadas, herbolarios o marcas de alimentación natural, aunque su precio suele ser más elevado debido a la alta proporción de fruto seco. Otra opción es hacerla en casa: solo necesitas pistachos tostados y una batidora potente o robot de cocina. Triturándolos durante unos minutos, se libera su aceite natural y se convierte en una pasta untuosa, sin necesidad de añadir nada.

La crema de pistacho se ha convertido en el nuevo capricho viral, pero conviene recordar que no todo lo verde es saludable. Muchas versiones industriales están más cerca de una crema de cacao con azúcar que de un fruto seco natural, por mucho que lo digan en el envase.

Consumirla de forma esporádica puede formar parte de una dieta equilibrada, pero si crees que estás cuidándote por untar una tostada de “crema de pistacho” cada mañana, tal vez estés cayendo en una trampa de marketing. Apuesta por el pistacho de verdad: crudo, natural y sin disfraz.

About Author

Más allá de las estrellas crecí para poder traerte un mundo de estilo e ilusión. Mi pasión es la moda, las tendencias, y todo lo que tenga que ver con ver la vida de un modo más bonito y con más estilo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

VIDA CON ESTILO