Zara cumple 50 años. Medio siglo desde aquel primer local modesto en La Coruña, cuando Amancio Ortega abrió su tienda sin saber que estaba a punto de cambiar para siempre el mapa de la moda global. El 9 de mayo, el imperio nacido en Galicia celebra su aniversario con una campaña misteriosa que ha sacudido las redes: “50 modelos icónicos”, “Steven Meisel” y un mensaje sencillo pero contundente: “Únete a la celebración a partir del 9 de mayo”.
La imagen publicada en el perfil oficial de Zara en Instagram y en su web es en blanco y negro. Muestra un estudio de fotografía vacío, lleno de escaleras, sillas, taburetes y cajas de madera típicas de los rodajes. Todo está dispuesto como si algo importante estuviera a punto de ocurrir. Y, en efecto, todo apunta a que lo que viene es una gran producción visual firmada por uno de los fotógrafos de moda más influyentes del mundo.
Un aniversario con firma de autor
Steven Meisel, conocido por haber retratado a Madonna, Linda Evangelista o Naomi Campbell, y por ser el artífice de algunas de las portadas más icónicas de Vogue, ha trabajado en numerosas ocasiones con Zara en los últimos años. Cada campaña firmada por él ha elevado el nivel de sofisticación visual de la marca, y todo indica que esta no será la excepción.
Si Zara va a mostrar 50 modelos icónicos, muchos se preguntan: ¿hablamos de prendas o de personas? ¿Veremos una selección de piezas que marcaron época, o desfiles de los rostros que han encarnado el estilo Zara en las últimas décadas? La imagen publicada apunta más bien a lo segundo. Es el tipo de escenario que espera a los modelos antes de entrar en escena. Todo está preparado, como si los cuerpos que han dado vida a la marca estuvieran a punto de reaparecer.
La evolución de Zara: una historia de silencios y revoluciones
Zara nunca ha sido una marca de grandes discursos. No suele anunciar sus planes con pompa ni comparte mucho sobre sus procesos. Ha preferido dejar que sus colecciones hablen por sí solas. Pero lo que comenzó como una idea local en 1975, inspirada por la necesidad de ofrecer ropa de calidad a precios accesibles, se convirtió en un modelo revolucionario: el fast fashion.
La clave fue la agilidad. En lugar de esperar meses entre diseño y comercialización, Zara redujo ese plazo a semanas. Con un sistema logístico ejemplar y una red de tiendas estratégicamente ubicadas, la marca convirtió la moda en un fenómeno accesible y casi inmediato. Hoy, millones de personas en todo el mundo compran ropa Zara sin pensar en que detrás de cada prenda hay décadas de estrategia, diseño e intuición comercial.
50 años, 50 íconos
La campaña que Zara lanzará este 9 de mayo parece tener un enfoque celebratorio y conceptual a la vez. No hay trajes de gala, ni declaraciones corporativas. Hay arte, fotografía y evocación. Y eso también es parte de la evolución de Zara en los últimos años: una búsqueda constante por sofisticarse sin perder su identidad.
Será interesante ver si esta colección de “50 modelos icónicos” incluye guiños a los looks que marcaron época —aquellos vestidos virales, las americanas oversize o los zapatos que agotaban existencias en cuestión de días—, o si es una oda a las personas: a las modelos que han representado los valores de la marca o incluso a sus clientes, a quienes Zara observa con atención para diseñar sus próximas colecciones.
Una marca que sigue marcando el paso
Zara ha llegado a sus 50 años con una salud envidiable. Forma parte del gigante Inditex, uno de los grupos de moda más poderosos del planeta. Y aunque el sector se ha vuelto cada vez más competitivo y exigente —con desafíos como la sostenibilidad, la digitalización o la inflación de costes—, la marca ha sabido adaptarse sin perder relevancia.
Este aniversario no es solo una celebración de lo que ha sido. Es, probablemente, una declaración de intenciones sobre lo que viene. Y si algo ha demostrado Zara en cinco décadas, es que sabe reinventarse sin necesidad de decirlo en voz alta. Le basta con una imagen bien pensada, una frase precisa y una campaña que lo diga todo sin decir demasiado.
